La República de Filipinas tiene una extensión de de 300.000 Km cuadrados y una población que ronda los 74,5 millones. Tiene más de 7.000 islas, de las que alrededor de 2.500 están deshabitadas. Situada en aguas del Océano Pacífico y del mar de China. El idioma oficial es el Tagalo, aunque el inglés lo habla casi todo el mundo. La moneda oficial es el peso filipino.
Su clima es tropical, cálido y húmedo todo el año, dividido en dos estaciones, la seca de enero a junio y la lluviosa de julio a diciembre.
Sus economía, principalmente, se basa en la riqueza del subsuelo y la fertilidad de la tierra.
Tiene una variada gastronomía, destacan platos como el Lapu-Lapu con salsa de mango dulce ó anacardos, crêpe de verduras, la Lumpia.
Si la estancia a a ver menos de 21 días no se necesita visado, sin embargo el pasaporte deberá de tener una vigencia de 6 meses a partir de la fecha de entrada en el país.
No será necesario vacunarse si viajamos a ciudades pero, si vamos a visitar zonas selváticas ó rurales será necesario vacunarse contra la malaria.
Las atracciones turísticas son variadas, conocer islas, bañarse en sus preciosas playas, practicar submarinismo para contemplar sus arrecifes y su variada fauna, compras de artesanía hecha sobre todo en madera. Las noches de paseo a la orilla del mar, los bares, restaurantes y el bullicio propio de los sitios turísticos.
Visita obligada son las Colinas de Chocolate, tan perfectas que parecen artificiales, sin embargo este capricho de la naturaleza que, parecen bombones, en invierno cuando se han secado los pastos que las cubren, les da ese tono marrón. En las Isla de Bohol, estos conos que alcanzan en su mayoría los 120 m. de altura están repartidos a lo largo de 50 km cuadrados. Existe una antigua leyenda que dice que se formaron por las lágrimas secas del gigante Arogo, que lloró por la pérdida de su amada. El estado de Filipinas las ha elegido como símbolo de promoción turística.
En Manila, su capital, se encuentra el Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino. Una ciudad populosa y variopinta. Los descendientes de los antiguos malayos con sus chozas de tejados de paja. Los carabaos tirando de carros, los antiguos botes de pesca que se siguen utilizando como antaño. La parte de la conquista española, siglos XVI y XVII, con sus murallas, casas moriscas, conventos e iglesias. La parte de influencia estadounidense desde que comenzó el protectorado.
No olvidaremos visitar el monumento español más antiguo, La Cruz de Magallanes, el Fuerte de San Pedro, el Museo Casa Gorordo, el monumento al jefe indígena Lapu-Lapu y la Calle Colón.