El patrimonio arqueológico, cultural y natural de Argelia es realmente espectacular.
En un paisaje de montañas, en la provincia de M’ Sila, se encuentran las ruinas de Al-Qal’a de Beni Hammad, una antigua ciudad musulmana fortificada que fue la capital, fundada en 1007, de los emires hamadidas. Destacan la gran mezquita, un minarete y una serie de palacios.
En una zona de gran interés geológico está el centro de arte rupestre más importantes del mundo. Se trata de Tasili n’Ajer, en la provincia de Illizi. Alrededor de quince mil grabados y dibujos nos muestran la evolución de la vida humana, la fauna, la flora y el cambio climático desde el año 6000 a. C. hasta los primeros siglos de nuestra era.
En un paraje montañoso, la ciudad de Yemila, también llamada Cuicul, en la provincia de Setif, es una gran exposición del arte romano. Se puede ver un foro, templos, basílicas, viviendas y arcos de triunfo.
Creado por los ibaditas, en torno a cinco aldeas fortificadas, nos encontramos con el Valle del M’Zab, en la provincia de Laghouat, prácticamente intacto. La construcción fue concebida respetando la estructura familiar y sigue siendo fuente de inspiración para los urbanistas modernos.
En la costa mediterránea está Tipasa, que presenta ruinas fenicias, cartaginesas, romanas, bizantinas, paleocristianas y también monumentos autóctonos como un gran mausoleo real.