El reino Hachemita de Jordania está en Asia, limita al este y al sur con Arabia Saudita, al norte con Siria, al oeste con Israel y Cisjordania y al suroeste con el Mar Rojo.
La geografía y la estabilidad política de Jordania hacen que sea un destino muy atrayente y el turismo es clave en la economía del país.
La variedad de opciones es tan amplia que puede complacer a todo tipo de visitantes. Es un espectáculo contemplar las manadas de onix y gacelas y las aves migratorias. La inmensidad del desierto de Wadi Rum, los bosques de las colinas de Gilead, la ruta de antiguas caravanas de Moab y Edom ó darse un baño de barro en el Mar Muerto, sin dejar de lado las maravillosas construcciones monumentales ó las ruinas históricas.
Para los amantes del bullicio y la diversión en la ciudad de Amán, la capital, lo encontrarán.
La amabilidad de sus habitantes y los espléndidos hoteles que podemos encontrar hacen de Jordania un país muy acogedor.
Su gastronomía es similar a la de países vecinos. El Hummus una pasta de garbanzos con aceite de oliva. El Kubé que son albóndigas de carne. El Chawarma es un pan relleno de carne de pollo ó de cordero con cebolla y tomates, con una salsa blanca. En cuanto a las bebidas son productores de vino y de cerveza bajo licencia holandesa, el té ó Chai es la bebida nacional y el Arak que es una especie de aguardiente de alta graduación, parecido al anís, que se sirve con agua y hielo. El postre típico es el Baklavas, pequeños trozos de hojaldre bañadas con miel y frutos secos como pistachos, almendras y nueces.
Las mejores épocas para visitar Jordania son en primavera y otoño porque sus temperaturas son más moderadas. Una buena fecha para hacer el viaje es en Semana Santa. En verano los días son soledos, las lluvias escasas, con altas temperaturas y noches frescas. El invierno es corto con algunas lluvias y temperaturas alrededor de los 7º. En resumen el clima puede definirse como mediterráneo semiárido.