El Mar Muerto está situado a 416,6 m. bajo el nivel del mar. Tiene unos 76 km. de largo y 16 km. de ancho. Recibe agua del río Jordán y allí también se encuentra el lago Tiberíades. Está situado entre Israel, Cisjordania y Jordania. En realidad no es un mar, es un lago salado, con un porcentaje diez veces más salino que un océano. Esta salinidad hace que la vida marina no pueda existir, solamente algún tipo de bacterias. El territorio que lo rodea tiene un clima seco y de elevadas temperaturas por lo que la evaporación, la concentración de sal y el descenso del nivel de las aguas es cada vez mayor.
El reclamo turístico de esta zona es indiscutible debido, principalmente, a la característica de que es imposible sumergirse en sus aguas, los cuerpos flotan sin ninguna dificultad. Además en los últimos años, es cada vez mayor el interés que despiertan los baños en sus lodos negros, como tratamientos de belleza.
Actualmente los expertos están preocupados por su rápido deterioro y, algunos vaticinan que en unos cincuenta años podría desaparecer esta zona única en el mundo si no se toman medidas urgentes. Asociaciones ecologistas insisten en que el caudal de agua del río Jordán, que nutre este mar, es cada vez menor porque se ha dedicado a regadío de zonas que antes eran desérticas y al consumo humano. Se han diseñado diferentes estretegias para salvar este zona pero el problema reside en que se debe de actuar desde los territorios implicados: Israel, Palestina y Jordania y, todos conocemos las tensiones y la situación, casi de guerra, del Oriente Medio.