Escapada a Fez

Fez es una ciudad de Marruecos, situada en la región de Fés-Boulemane, a unos 160 km al norte de Rabat. La ciudad fue fundada en el año 789 d.C. por el sultán Idris I y se convirtió en la capital del país durante los siglos IX y X. En 2012, Fez fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La ciudad cuenta con una población estimada en 2016 de 1.200.000 habitantes.

Cenar en Fez

Los principales platos típicos de Fez son el cuscús, la harira y el pastel de bazuca.

Tradición en Fez

Fez es una ciudad de África situada en el norte de Marruecos. La ciudad tiene una larga historia y es conocida por su rica cultura y tradiciones. La arquitectura de la ciudad es única, con edificios construidos en estilo andalusí y marroquí. La ciudad también es famosa por su artesanía, especialmente sus tejidos y alfombras. Los habitantes de Fez son conocidos por su hospitalidad y amabilidad.
Algunas actividades de ocio en Fez, África, incluyen visitar la Medersa Bou Inania, el Palacio Dar el Makhzen, la Mezquita-Catedral de Fez el-Bali y el Museo de Arte Islámico. También se puede disfrutar de un paseo por la ciudad vieja, hacer compras en los souks o simplemente relajarse en algunos de los numerosos cafés y restaurantes.

Qué puedo hacer en Fez

  • Visitar la Medersa Bou Inania, una antigua escuela coránica construida en el siglo 14.
  • Pasear por la calle Tala’a Kebira, la principal calle de la ciudad vieja y admirar los edificios tradicionales de madera y cerámica.
  • Entrar en la Mezquita-Catedral de Fez el-Jedid, construida en el siglo 13, y ver su interior decorado con madera tallada y mosaicos de azulejos.
  • Subir a la Torre del Reloj, una torre medieval que ofrece unas vistas impresionantes de toda la ciudad.
  • Visitar el Palacio Real y admirar su arquitectura única y sus jardines espléndidos.
  • Pasear por el barrio judío de Fez, conocido como la Mellah, y ver sus tiendas y sinagogas.
  • Ver los artesanos trabajar en los talleres de trencadís, tejido y cerámica en el Barrio de los Artesanos.
  • Tomar un té con menta en alguno de los cafés tradicionales de Fez y probar algunas delicias locales como pasteles de miel o baklava.
  • Hacer un recorrido a caballo o en camello por las calles estrechas y laberínticas de Fez el-Bali.
  • Salir de la ciudad para visitar algunos de los pueblos tradicionales cercanos, como Sefrou o Immouzer du Kandar, y admirar sus paisajes rurales encantadores.

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